Llevo ya unos días meditando la posibilidad de no participar en una de las pruebas que realmente me hacían ilusión como gran reto del año, pero tal y como llevo los entrenamientos y las sensaciones que tengo después de cada carrera, sobretodo en esta última, me hace replantearme si no voy demasiado deprisa.
Un Ironman se debe preparar bien, y en particular, y no es mi caso.
Así que para esta temporada de triatlones voy a enfocar mis esfuerzos en acabar un B como el de Banyoles y participar en los triatlones olimpicos del calendario sin olvidar las dos clásicas de ciclismo que tengo cada año como la Tres Nacions que el pasado año me obligó a abandonar el temporal de nieve y La Bonaigua 2000 que tuve también que dejar inacabada y que este año va a llegar a los 200 kms de recorrido.
Creo que mi decisión es acertada.
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